-Lo que le quiero preguntar es, ¿Por qué no tiene novio?
-No sé, es que el tipo de tipo que se enamora de mí es el típico tipo que a mi no me gusta, y el típico tipo que a mi me gusta es el típico tipo que nunca se enamoraría de mí. ¿Ve? Yo cuando salgo con alguien por primera vez lo primero que hago es enumerarle todas las razones por las que seguramente me va a dejar. Prefiero el fracaso prematuro: decepciona de antemano, ahorra tiempo y reproches.
-A ver, tengamos nuestra primera cita. Defenéstrese, dése con un palo, decepcióneme a lo grande, y no sea tímida. A ver...
-¿Quiere que le dé los motivos para no enamorarse de mí?
-¿Por qué no?
-No soy perfecta.
-Eso ya me inspira bastante confianza.
-Tengo cierto sentido trágico de la existencia que siempre me hace pensar lo peor de todo
en cualquier situación.
-A ver si usted tuviera que ponerse un puntaje entre un diez, ¿Qué se pondría?
-¿Un seis?
-¿Usted nunca pensó que los motivos para espantar a los hombres también podrían llegar a ser las razones para enamorarse de usted? Todas las ideas son reversibles, piénselas al revez, delas vuelta.

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